En la década de los 60, entre conversaciones apasionadas y el tintineo de los vasos, nació un pequeño bar que con el tiempo se convirtió en un punto de referencia en la ciudad. A lo largo de los años, diferentes manos lo dirigieron, cada una dejando su propia huella, su propio estilo, su propia historia. Pero ahora, el destino ha querido que pase a las tuyas.
Con respeto a su legado, pero con la visión de un nuevo tiempo, le has dado un giro que marca la diferencia. Su esencia sigue presente, pero ahora el ambiente se reinventa. Ya no es solo un lugar para encuentros casuales: es un espacio donde los sabores cuentan historias y la experiencia transforma cada visita. Desde raciones bien elaboradas hasta una selección de coctelería pensada para los que buscan algo más que una bebida, el bar ha encontrado una nueva identidad, atrayendo a un público que quiere disfrutar, descubrir y vivir momentos únicos.